Descubra los entresijos de la nueva Manufactura de TUDOR en Le Locle
TUDOR estrena La Manufactura, la primera instalación industrial totalmente dedicada a la empresa relojera TUDOR en casi 100 años de historia. La ubicación elegida ha sido Le Locle en Suiza, allí es donde se ensamblan todos y cada uno de los relojes TUDOR, incluidos algunos modelos con la certificación Master Chronometer. La Manufactura es una instalación de vanguardia, reúne el savoir‑faire tradicional de los relojeros con lo mejor de las tecnologías de gestión de producción y de los sistemas de certificación automatizados, se completó en 2021 tras tres años de construcción.
Decorada en su totalidad en el color rojo característico de TUDOR, la Manufactura abarca cuatro plantas en un total de 5500 m2, y está conectada física y visualmente con su vecina, la Manufactura Kenissi, la instalación donde se producen los movimientos de Tudor. Con Kenissi y una red de filiales propiedad de TUDOR, la marca ha podido integrar el desarrollo y la producción de calibres mecánicos de alto rendimiento consiguiendo controlar al 100% la manufacturación de componentes estratégicos y garantizar su calidad.
Historia de la Manufactura de TUDOR
La manufactura de Tudor está instalada en la ciudad suiza de Le Locle, en el cantón de Neuchâtel. Le Locle junto a su ciudad vecina de La Chaux-de-Fonds, han sido declaradas como patrimonio de la humanidad por la UNESCO desde 2009, siendo una región con mucha importancia en la industria relojera. Una zona agrícola en el Siglo XVII que supo reconvertirse y llegar a ser uno de los principales centros relojeros de suiza.
La construcción de la Manufactura TUDOR empezó en 2018, con el objetivo de trasladar las operaciones de montaje de Montres TUDOR SA de Ginebra más cerca de sus filiales y proveedores, en las montañas del Jura. El grupo poseía un terreno en Le Locle, junto a una instalación de Rolex, lo que le convertía en un emplazamiento ideal. El emblemático edificio rojo de TUDOR se completó en 2021 y fue inaugurado oficialmente en marzo de 2023 durante la principal feria de relojería de Suiza, Watches and Wonders.
Funcionamiento de la Manufactura TUDOR
La manufactura cuenta con un equipo de 150 personas perfectamente coordinadas, todas ellas trabajando cuidadosamente en numerosas funciones para producir los relojes más fiables y robustos posibles. Un principio básico de TUDOR es garantizar que sus relojes ofrezcan el máximo valor al consumidor. Para ello, ha perfeccionado una combinación única de tecnología de producción automatizada con el savoir-faire técnico de relojeros altamente cualificados. Se hace uso de la tecnología de vanguardia y los sistemas logísticos internos, así como de las pruebas automatizadas, para ofrecer el mejor reloj posible al mejor precio posible para el consumidor.
Kenissi – división de producción de movimientos de TUDOR
Muchos de los relojes TUDOR incorporan un Calibre de Manufactura, desarrollado y ensamblado en Kenissi, la división de producción de movimientos de TUDOR. De hecho, los edificios están unidos. Todo, desde la investigación y el desarrollo hasta el ensamblaje final, tiene lugar aquí para los Calibres de Manufactura de TUDOR. Además de las exigencias propias de TUDOR, Kenissi se creó en 2010 para desarrollar su capacidad de producción industrial de movimientos mecánicos de alto rendimiento. Para ello, la marca reunió a un grupo de expertos y presentó un primer calibre en Baselworld en 2015. El primer cliente de Kenissi además del propio TUDOR fue Breitling, y a medida que su negocio se desarrollaba, Kenissi formó una alianza industrial con Chanel en 2018. Actualmente, los clientes de Kenissi también incluyen Norqain, Fortis, TAG Heuer, Bell & Ross y Ultramarine.
La línea de producción Kenissi ejemplifica el compromiso de TUDOR para valerse del poder de combinar la tecnología más avanzada con el savoir-faire de la mano humana. En primer lugar, la placa principal se monta en un disco del diámetro adecuado incrustado con una etiqueta RFID. Los discos se colocan en un dispositivo de transporte y entran en la cadena de montaje en la primera estación de trabajo.
La etiqueta RFID garantiza el correcto encauzamiento de lo que será el calibre. Esta tecnología garantiza la rastreabilidad completa del calibre y recopila todos los datos de ensamblaje para mejorar la calidad del producto, la productividad y los procesos de montaje mediante el análisis de macrodatos. Tras superar un primer ciclo de pruebas totalmente automatizado en la cadena de montaje, todos los movimientos se envían al COSC, el Control Oficial Suizo de Cronómetros. Después, es el turno de TUDOR de darle forma a su reloj.
Ensamblaje
La primera ventaja tecnológica que tiene un relojero es un entorno de presión positiva constante en todo el taller. Para mitigar la posibilidad de que entre polvo en los relojes y la maquinaria, el sistema de climatización de la Manufactura TUDOR, situado en el sótano, desempeña un papel crucial. El sistema crea un flujo continuo de aire desde el techo hasta el suelo para evitar que el polvo flote por el taller.
Para ofrecer valor al usuario final, TUDOR no mantiene existencias de relojes ensamblados. Cada reloj producido está destinado para lucir en breve en la muñeca del cliente. Esto significa que cada reloj se sigue de cerca y que los datos pueden utilizarse para mejorar la eficacia. También significa que el taller debe ser muy flexible, ágil y versátil. Los relojeros deben dominar todas las operaciones de ensamblaje gracias a la formación en múltiples áreas. TUDOR lo consigue mediante células autónomas de cuatro relojeros formados en todas las disciplinas del proceso.
Cada mesa de trabajo está dispuesta de la misma manera, desde su maquinaria hasta el contenido y la organización de sus cajones. Con ello se pretende ofrecer un entorno de trabajo homogéneo y ergonómico, que optimice las operaciones y la eficacia. Los miembros de una célula siempre trabajan juntos. Se entrenan con su célula antes de ser plenamente operativos para crear espíritu de equipo y mejorar la eficacia. Dentro de las células, cada miembro del equipo es capaz de ensamblar cualquier referencia de la colección TUDOR. Una célula cubre las 3 operaciones siguientes, por orden cronológico: ajuste de la esfera, ajuste manual y encajado.
Pruebas
Todos los relojes TUDOR se ponen a prueba en la Manufactura TUDOR. Cada modelo supera el control de rendimiento de TUDOR. Esto significa que el reloj, completamente ensamblado, cumple con (-2/+4) segundos de precisión al día si está equipado con un Calibre de Manufactura; (-4/+6) con otros calibres. Además, todos los relojes se someten a pruebas de hermeticidad en tanques de agua hiperbáricos. Algunos modelos de la gama TUDOR cumplen la norma METAS, que es mucho más exigente. Con el tiempo, todos los relojes TUDOR tendrán la Certificación Master Chronometer otorgada por el METAS.
Certificación Master Chronometer del METAS
La certificación Master Chronometer del METAS es integral y cubre las principales características funcionales de los relojes, como la precisión, la resistencia a campos magnéticos, la hermeticidad y la reserva de marcha. Sus normas son increíblemente exigentes, empezando por la precisión. Para obtener la certificación, los relojes deben funcionar dentro de un intervalo de variación diaria de cinco segundos (0/+5), es decir, cinco segundos menos de lo que permite el Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC) (-4/+6) y un segundo menos que la norma interna de TUDOR, que se aplica a los modelos de la marca con Calibre de Manufactura. Uno de los relojes que tiene el certificado Master Chronometer del METAS es el TUDOR Black Bay Ceramic.
La certificación también garantiza la precisión de la hora cuando el reloj se somete a campos magnéticos de 15 000 gauss. Además, por último, garantiza que la hermeticidad declarada por el fabricante cumpla con la Organización Internacional de Normalización (ISO), al igual que la reserva de marcha. Asimismo, cabe mencionar que hay dos requisitos que cumplir para optar a la certificación: la manufactura suiza debe cumplir los criterios Swiss Made y el movimiento debe estar certificado por el Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC).
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